Una de las mejores maneras de cuidar a l@s niñ@s y jóvenes tras una pérdida por suicidio es procurando primero el autocuidado. Atendiendo nuestras necesidades físicas, emocionales y buscando apoyo social estaremos en mejores condiciones para acompañar al menor en el duelo y servir de modelo, guía y apoyo.
Las causas del suicidio pueden ser múltiples. Factores de salud (como depresión, lesión cerebral…), factores ambientales (como acceso fácil a armas o período de estrés prolongado) y factores históricos (como infancia traumática, intentos previos de suicidio) son factores de riesgo para presentar conductas suicidas.
¿Cómo comunicar a los jóvenes una muerte por suicidio?
- Di la verdad. Utiliza oraciones cortas y sencillas.
- No prolongues el tiempo para comunicarle la noticia. Pueden ser informados por otra fuente y en vez de protegerlos, estaríamos generando emociones negativas hacia el adulto.
- Comunícale la noticia en un lugar que sea seguro y tranquilo para el niño.
¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes a sanar y llevar la situación?
- Escuchar sin juzgar, evaluar o interpretar.
- Permítele tomar decisiones en su rutina que le otorguen sensación de control (qué camiseta ponerse, por ejemplo), aunque las decisiones estén supervisadas por un adulto en el caso de que puedan ser de mayor embergadura.
- Crear rituales entorno a días festivo y/ conmemorativos recordando a la persona que murió, Involucrar a niños y adolescentes pero sin obligarlos a participar.
- Recordar y hablar de la persona que murió.
- Tomarse un tiempo para compartir con el niño y adolescente, de relajación y juegos. Si aún no tiene ganas de jugar considere buscar el apoyo de una familiar o alguien de confianza.